Todo o nada

He reflexionado mucho sobre si escribir esta entrada. 

Hace casi medio año decidí cerrar esta bitácora porque estaba saturada de todo lo que llevar un blog implica. Soy una persona para la que los términos medios no existen, precisamente porque me resultan muy difíciles de delimitar. O lo hago o no lo hago.

O me dedico al blog estructurando al mínimo sus secciones y respetándolas o paso de él. Y claro dedicarme al completo en épocas de alto nivel de trabajo o cuestiones personales que requieren mi atención es un tanto... complicado. No sacaba tiempo ni para darme un baño tranquila, como iba a sacar tiempo para escribir. Culpe al blog y a las poquitas redes sociales que tengo, de robarme el tiempo, ocupar mi vida y cansar mi atención

Estos meses fuera me han dejado tiempo para reflexionar, pero no para escribir. La vida es como es: incontrolable, impredecible, imposible de medir. Y solo se puede tener una ilusión de organización ante los hechos que te aturdirán por el camino. Algunos, los que tenéis más confianza conmigo, sabéis que esta época ha sido realmente complicada. Por desgracia, con situaciones de las que aprender y, por suerte, sin nada grave que contar.

Por eso voy a reconciliarme con el blog (contigo no, que tú y yo sabemos que las veletas a veces apuntan al norte), porque no tiene sentido culpar a esta ventana que nos conecta cuando soy yo la que se entrega de forma desmedida o desaparece. Con las redes sociales me lo pensaré, pero hasta que encuentre alguna que merezca la pena seguiré rompiendo mil lanzas contra los muros que facebook  ha erigido entre nosotros para que solo veamos buenas caras, chachi opiniones, atletas, goces -súper sanos o golosos hermosos- y "bien quedas" en lugar de personas. 

Así que aquí me tienes de nuevo, ante ti que me conoces bien. Ante ti, que me has visto hacer tantas promesas. Ante ti, que me conoces porque no me escondo y te lo cuento todo: lo bueno, lo malo y lo regular. Porque aquí, en este blog, es donde me has conocido y donde seguirás haciéndolo. 

¿Tienes algún propósito de año nuevo? Yo solo uno. Cuán Poéme, intentaré por todos los medios encontrar y mantener el Equilibrio.

Si algo he aprendido en este medio año es que no hay límite auto impuesto que valga. La vida es movimiento, incluso cuando duermes ocurren hechos que te afectarán sin saberlo... No creo que el camino sea intentar mantener esos límites aunque la vida cambie... 

A partir de ahora, pienso cambiar con ella.

6 comentarios:

  1. Me alegro mucho, bonita <3
    Bienvenida de nuevo ^^ ¡y ánimo!

    ResponderEliminar
  2. hay tiempo pa to, quiero decir: tiempo para desconectar, tiempo para no escribir, tiempo para no parar de hacerlo, tiempo para estar con los amigos y la familia, tiempo para no estar con nadie... hay personas que consiguen administrar ese tiempo en un día, yo sigo aprendiendo y lo intento, generalmente lo mío va por meses, meses de escribir mucho, meses de no hacerlo y así, entiendo el todo o nada porque soy así ;)
    Anímate, mi niña de sonrisa escarlata, date tiempo :)
    Feliz navidad y un abrazo inmensoooo
    <3 <3 <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, lo sé... Pero para mí actualmente está alcanzando el nivel de leyenda. Pero lo encontraré.

      Gracias, Mara, por esas palabras de ánimo tan bonitas :)

      Eliminar
  3. Siempre me gusta leerte, no importa cuál sea la frecuencia. Y en cuanto a propósitos, quizá porque soy en exceso realista y no muy ambiciosa, me limito a conformarme con hacer lo que se pueda. Hay momentos en los que no sirven los planes, aunque siempre está bien tener uno. Estoy segura de que en saber adaptarte está la clave :))) Lo mejor para este año, Carmen!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ojalá encontrase la forma de ir adaptándome a los movimientos inesperados de la vida. Seguiré intentándolo porque estoy de acuerdo en que ahí está la clave. Un abrazo, Marisa. Gracias por pasarte :)

      Eliminar

Gracias por colaborar con tus palabras.