El guión largo y los signos de puntuación

El guión  es  el símbolo utilizado para  señalar  el inicio, las  pausas  y el final de  los diálogos en las  narraciones.  La  costumbre anglosajona  es  indicarlos  entrecomillando lo  que diga cada   personaje, pero en castellano utilizamos el guión largo o raya. 

Si escribes en word,  lo más  probable  es  que hayas cometido el error de  usar  el  guión corto (-)  en tus primeros intentos.  A mí también me pasó hasta que descubrí un manual de estilo que se  convirtió en mi pequeña   biblia. Para  poder  insertar  el guión largo en word  solo tienes que ir a  símbolos y buscar la  raya, una vez  ahí puedes configurar  su propia tecla  para que aparezca de forma automática cuando estés tecleando a toda  pastilla.

Clic para saber  dónde está  el guión largo

Pero lo que importa  no es simplemente  saber dónde y cómo insertar  esa raya, sino saber usarla y aplicar los signos de  puntuación como es debido antes y  después de  haberla  utilizado. 

El caso más  sencillo.  Colocamos la raya antes de iniciar el diálogo y que no continuaremos  porque damos por hecho que el lector  sabrá quién es el emisor. Como observáis, la raya debe ir pegada al inicio del contenido  del diálogo. 
 
Si tenemos la necesidad de matizar quién es  el  emisor, utilizaremos esta   otra forma  de indicarlo.  La raya,  que en el inicio está pegada al  mensaje, se desvincula de  este para anexarse  a esa matización.  Todos esos verbos  del habla (dijo,  matizó,  preguntó, sugirió...) se  escribirán en minúscula  aunque les preceda un signo de puntuación. 
 
En el caso de que el diálogo del personaje continúe,  cerraremos  el matiz explicativo entre  rayas y continuaremos con dicho diálogo. La  puntuación es tan importante como en cualquier otra  parte  del texto y debe ir pegada  a la raya como se muestra  en el ejemplo. 



Por  último, hay que tener en cuenta  que si deseásemos hacer un matiz  aún más  explicativo que necesitase su propia frase,  debería de  carecer  de verbo del habla y dar paso directamente  a  dicha explicación enmarcada por las  rayas a ambos lados y sin espacios.






Recordad que, aunque la idea sea la parte vital, el corazón que bombea la vida de la novela, la ortografía son las venas por las que corre y el estilo,  los músculos que le permiten  movimientos más o menos elegantes.  Tenemos  que ser muy cuidadosos con nuestra escritura y corrección, seguir aprendiendo y mimar cada detalle  para  que nuestras ideas   se  desarrollen en un buen ambiente.

Minutos animados

Estos días voy a toda máquina. Trabajo por las mañanas (cubriendo a una psicóloga  por vacaciones, así que no durará  mucho) y por las tardes reparto mis horas  dando clases particulares para sacar un dinero extra.  Entre  tanto,  corrijo Orquídea Blanca. Libro II, intentó seguir con la reescritura de Sin Licencia y manejo unos asuntillos de ese  proyecto del que dentro de nada (de nada, de verdad) podré hablaros libremente. 
Por eso he decidido descansar un poco este  jueves y compartir con vosotros otro de mis cortos favoritos.  Os  invito a uniros  a mí poniendo el móvil en silencio los siguientes cinco minutos para  disfrutar de Presto con todos  vuestros  sentidos.



Por cierto, escritores y escritoras,  no os perdáis el concurso de  Rebeka  para   practicar vuestros  microrelatos.  El   ganador se llevará un ejemplar   de Cómo matar  a una ninfa,  de Clara  Peñalver.  ¡Mucha suerte!  ;)

Tú escribes




Hace tiempo que tuve la idea de abrir un espacio en el blog donde dar a conocer el trabajo de autores que, fuera por la razón que fuese, no tuvieran la suerte de contar con campañas de publicidad. 
La idea es dar a conocer al escritor publicado por editoriales, autopublicado o que publica a través de un blog, un foro, red social... Hablar sobre su obra, estilo, sobre una valoración previa y ofrecer a los lectores de este blog el acceso al autor a través de los enlaces oportunos. No se trata de que vaya a hacer una reseña de una novela concreta (algo que yo decidiría después), sino dar a conocer su trabajo en términos generales.
En un principio decidí sacar en esta sección tan solo a los autores que yo eligiese, pero después me pareció buena idea ampliar el espacio para aquellos que llegasen a este blog y quisieran participar.

Para hacer  más  sencillo el proceso  he desarrollado un formulario para que los interesados me envíen sus propuestas. Son simples preguntas genéricas que todo autor podría responder en menos de cinco minutos y que me ayudarán a hacerme una idea de la obra.



El procedimiento será el siguiente:
  1. Rellenar formulario de propuesta.
  2. Valoración de la propuesta.
  3. Toma de contacto de aceptación o rechazo de propuesta y método a seguir (fecha aproximada de la entrada, información sobre alguna cuestión en caso de que sea necesaria...) vía email.
  4. Respuesta del autor con dicha información. Si el autor no responde entenderé que ya no tiene interés en aparecer en esta sección, pero agradecería que me comunicase que ya no está interesado dado el caso.
  5. Publicación de la entrada y banner activo a su web durante un mes en la barra lateral del blog. Al finalizar el mes, el banner será trasladado a la zona de afiliados de forma permanente.

Estaré encantada de recibir propuestas y descubrir nuevos mundos. Os ruego que leáis muy bien las bases y condiciones, pero ante cualquier duda puedes escribirme a veritasalterea@gmail.com


Y tú, ¿escribes? ¿A qué esperas para rellenar el formulario?


Listado de autores que han participado

¡Guardias! ¡Guardias!


Hoy vuelvo a hablaros  de  Sir  Terry  Pratchett  (sin miedo a volverme  monotemática) y ya os voy adelantando que voy a intentar persuadiros para que os embarquéis en su prosa,   sí o sí, si es   que aún no os habéis dejado atrapar por él.

¡Guardias!  ¡Guardias! (en alguna otra edición: ¡Guardias!  ¿Guardias?, vete tú a saber  por qué) es la octava novela de  la  tremenda saga que compone Mundodisco y que, como sabéis,   yo estoy leyendo sin orden ni concierto. Me siento libre al  poder  leer  cada  libro cuando me apetece sin necesidad  de seguir el  orden cronológico y esta   es  una de esas sagas que te lo permite. No es necesario tener conocimientos previos antes  de   embarcaros en cualquier volumen  (aunque siempre ayuda,  claro está) porque a la larga, a  medida que nos vamos enganchando a la vida en  Ankh-Morpork,  seremos capaces  de integrar  todas sus historias.


Esta en concreto va sobre la  Guardia (¿lo habíais adivinado ya?),  que, por norma general, se  dedica justo a lo opuesto a lo que cualquier Guardia debería hacer.  Lord Vetinari, el patricio que gobierna con astucia las ciudades  gemelas, ha desarrollado un sistema  de gremios que hace que todo funcione. Por ejemplo, ha dejado que los ladrones creen su propio gremio para su propio autocontrol. Ser ladrón  es  legal, pero siempre que se pertenezca al gremio  y siga unas normas  de robo igualitarias (nadie será  robado en déficit o en exceso y como comerciante puedes  pagar una cómoda cuota que te libre de robos esporádicos).  Lo mismo ocurre con los asesinos, uno de  los gremios más elitistas, y todas  aquellas agrupaciones  sociales que se le  puedan ocurrir  a una mente  sana.


En un sistema  tan extraño,  donde  todo funciona,  ¿para qué  sirve la   guardia? Ni siquiera el  propio capitán Vimes lo sabe, menos aún si se lo pregunta arrastrándose de taberna en taberna cada noche. ¿Quién le iba  a  decir a  él que un joven de proporciones desmesuradas,  llamado Zanahoria, iba a  aparecer  en su vida justo cuando un ave zancuda misterioso dragón acecha  la ciudad de  Ankh-Morpork?

Y en este escenario tan variopinto (como acostumbran a ser  sus novelas) Terry Pratchett nos desvela  la complejidad de las relaciones  humanas y   los errores de todo sistema   gestionado  por bípedos con la ironía que  le caracteriza. Es una de las  novelas que más  he disfrutado de Terry (las protagonizadas  por Húmedo siguen en cabeza) y espero no tardar   mucho en repetir experiencia.

Me muero por... (6)


Sigo intentando luchar contra mi vena consumista.  No me va nada mal,  intento gastar poquito pero es que hay cosas que me entran por los ojos de una  forma   muy extraña.  Primero pienso en lo muco que me gustan,  luego voy seleccionando y descarto algunas para centrarme  en aquellas en las que soy capaz de justificar que  "las  necesito" y la siguiente  fase, a   la  que llegan unas  pocas seleccionadas, es la de morir por:




Empecé a  leer  a  Terry Practchett  casi por el final de su saga (Cartas  en el  Asunto,  Un sombrero de  cielo) y luego pululé por sus primeras  novelas  (Eric  Fausto o la maravillosa Guardias, Guardias en la que aún estoy perdida)  y quiero seguir saltando de generaciones en Mundo Disco para adentrarme en ¡ZAS! Por suerte,  este  me  muero ya lo he conseguido... Ñam,  ñam.


Llamadme  pija, tontaca o lo que os apetezca,  pero estoy muy harta   de  tirar  las cosas de  mala  manera de un bolso a otro cada vez que necesito cambiarlo,  harta  de lanzar las llaves en cualquier parte y hartísima de  no encontrar el móvil cuando lo necesito. Por  eso quiero un organizador de bolsos. Tener cada cosita en su lugar, no perder  tiempo rebuscando y sacar  la bolsa  de un lado a otro me ahorrará  unos minutejos que seguro agradeceré a la  larga.


Y este último no sé si terminará  cayendo en mis garras,  pero es que fue ver el  catálogo de  Mango para esta  nueva temporada y empezar a babear   como  una tonta. Ya me  lo imagino con la cazadora vaquera que me regalaron este  último cumpleaños y mis botas de tachuelas...  Aissss...





Y vosotros,  ¿por  qué os morís?

Cazadores de sombras. Ciudad de hueso

Vale, vale. Que llego tarde con  este comentario porque probablemente  la mayoría de vosotros ya la habréis visto, pero yo creo que casi mejor para que me comentéis   con  libertad de  spoilers.





Web oficial
Ficha IMDB
Ficha Filmafinity





No  voy a entretenerme hablando del argumento (que de sobras conoceréis) principalmente  porque para  mí, lo que sabía sobre los libros (mi reseña conjunta aquí) no es que tuviese mucho que ver.  Fueron muy pocas  las escenas que me recordaron que estaba viendo Cazadores de Sombras y lamentablemente eran todas  en las  que no aparecía Jace Wayland.

Desde mi punto de vista, el casting  principal  fue uno de los mayores errores  cometidos.  Sé  que muchos no estareis de acuerdo conmigo, pero Jamie Campbell nunca  (jamás, de  los jamases) será nada  ni parecido a Jace.  No me  lo creí.  No. Y no es  porque el  chico trabaje  mal,  que se  le  notaba un esfuerzo tremendo al  fingir esa  indiferencia nada indiferente, pero es que su aspecto tenía tan poco que ver...  Sin embargo,  Lily Collins  me sorprendió para bien. No confiaba nada en que pudiera dejarme  a  ver a Clary, pero sí ahí estaba. Al  igual que Jemima West  y Robert Sheeham,  dos  actores que encarnaron  a la perfección a Isabel y Simon. 
Dejando a un lado a los encantadores secundarios, tengo que reconocer que la película me  tuvo pegada al asiento de principio a fin. Y no porque me gustase en exceso, sino porque tenía la sensación de que si pestañeaba  me perdería algo vital. Son demasiados ingredientes  para una sola batidora... Desde  mi punto de  vista, esta saga se habría adaptado mucho mejor al formato de  serie que al de  película sin perder una pizca de su esencia, como finalmente ha ocurrido.
Me enamoraron los escenarios,  la fotografía y la banda sonora, pero no me merecieron la pena los ocho euros que pagué por la entrada  (así de exigente  soy...).  Para  mí la película y la novela   son dos mundos diferentes. Jace  no  era Jace.  Y sin Jace ,  para mí, no hay Cazadores de Sombras.


Inaugurando nuevas perspectivas

Siempre que llega  septiembre me cambia el humor.  Después de un verano remoloneando (unas pequeñas  vacaciones, tardes de playa y piscinas  fluviales, leyendo  lo que quiero, saliendo con  mi bici nueva  -por  cierto, que mona y que vintage es. Y de segunda mano me  sabe mejor,  la bici ya tiene  su propia experiencia-, celebrando un puñado de  cumpleaños...),  llega  este mes con sus refrescantes  vientos y mi organismo tiende de nuevo a la homeostasis.  Y con la  homeostasis,  el equilibrio emocional.  Y con el equilibrio emocional, los planes.

Hay quién dice que si tienes un plan tienes  la mitad  del trabajo hecho (incluso el sargento Colon de la Guardia Noctura lo sabe), pero no estoy del todo de acuerdo.  Si tienes un plan tienes,  como mucho, el 25%,  el verdadero trabajo es llevarlo a cabo. Normalmente esta es  la parte del camino en la que yo pincho dos ruedas.  Puedes  llevar  una  rueda  de  repuesto,  ¿pero dos? Dos, no. 

Con este  blog me  ha pasado algo parecido en muchas ocasiones.  Cuando pincho las  ruedas  voy dejándolo a un lado y analizando si realmente  merece  la pena  caminar  hasta el  taller  más  cercano y volver cargando con dos  ruedas a la  espalda.  Todos sabéis que a veces,  el trabajo en un blog puede  hacerse  muy poco agradecido. Pero luego recuerdo que si lo hago es por mí,  por mi necesidad de  compartir y relacionarme, y recapacito.  Cambio una rueda y voy tirando un poco más  hasta que vuelvo a pinchar.

Espero que esta no sea una de esas ocasiones,  más que nada porque me gustaría que las dos ruedas que llevo a la  espalda merecieran la  pena. 

Las  ideas,  respecto al blog, en las que llevo pensando todo el  verano están construyéndose  en un plan escrito y estático.  La frecuencia de las publicaciones  será de tres días a  la  semana, recuperamos los martes,  jueves y sábados. Incluyen, entre otras, con frecuencia mensual:
  • Un tutorial sobre herramientas para escritores.
  • Una  entrada   sobre recursos para escritores.
  • Una entrada sobre concursos  para  escritores.
  • Dos reseñas.
  • Un escritor o escritora en la  sección  "Tú escribes".
  • Uno o dos  resúmenes sobre mis proyectos como escritora  (dónde hablaros de  Orquídea Blanca   y otras  novelas al menos una vez  al  mes)
  • Y unas cuantas sorpresas más.

Ahora solo me queda cruzar los dedos,  relaxin guiz mi café  con leche, y esperar que sigáis acompañándome  esta nueva  temporada.  Sé que muchos de vosotros sois escritores y espero que en algunas entradas  podamos seguir compartiendo información, experiencias y ánimos, porque no hay nada  más bonito para nosotros  como dejarnos llevar  a  otro mundo por este puñado de  teclas.