Lecturas: La declaración


Hace días que terminé esta novela, pero necesitaba tomarme un tiempo para reflexionar sobre mis propias conclusiones antes de intentar elaborar una simple y subjetiva opinión. Lo que es, al fin y al cabo, una reseña; por mucho que intentemos ser lo más objetivas posibles. 
Este libro llegó a mis manos como regalo y me arrancó una sonrisa enorme porque estaba deseando leerlo. Sin embargo, una vez comencé con su lectura, el sabor agridulce hizo las delicias de mis sentidos. Intentaré explicarme mejor, pero antes os dejo los datos del libro. 





Título: La declaración
Autor: Gemma Malley
Editorial: Salamandra
ISBN: 978-84-9838-180-1



Una distopía, pero no como otra cualquiera. Cada distopía tiene sus propias características y esta no iba a ser menos. La sociedad del futuro ha descubierto la cura a la mortalidad, saben como vivir para siempre y con una mejor calidad de vida. El problema es que, si todos los humanos son eternos, crear nuevos humanos no sólo carece de sentido sino que es contraproducente. Más seres humanos significan menos comida, menos recursos energéticos, menos para los que más tiempo llevan sobre la faz de la tierra... Por ello, dicha sociedad toma una decisión: No procrear. Si quieres ser eterno, si aceptas tomar los fármacos de la longevidad, tienes que comprometerte a no procrear y para ello ¿qué mejor que un juramento? Si optas por la eternidad, firmarás La Declaración.

Hasta ahí todo claro. No cabe lugar a la confusión. Existen unas nuevas normas para regir un mundo nuevo; pero no nos podemos olvidar de que el ser humano siempre va a seguir siendo un ser humano y como tal tropezará dos veces con la misma piedra. O las que haga falta hasta arrancar a la piedra del sitio. 

Sí, justo lo que estáis pensando: Hay trampas.

Los eternos se limitan a seguir siendo tal y como eran, viviendo tal y como vivían siglos atrás. Pero algunos de ellos están cansados, el mundo ha dejado de avanzar al igual que lo ha hecho la vida y todo sigue siendo igual... Tal vez por eso algunos se arriesgan y, bueno, cometen ciertos errores. 

Los niños nacidos fuera de la Ley, más conocidos como Excedentes (una carga excesiva y sobrante para el mundo), serán educados como sirvientes de los Legales. Su única misión en la vida será ser empleados valiosos y Anna sin apellido, nuestra protagonista, es uno de ellos. Pronto aparecerá Peter para hacerle saber que ella misma, al igual que todos los excedentes, posee un apellido. Y a partir de aquí, todos conocéis la historia. Sin spoilers sois tan capaces como yo de preveer hasta la última palabra de este libro.

 Vale, lo confieso. No pude preveer hasta la última palabra. De hecho, yo imaginaba que sus últimas palabras ocuparían la primera mitad de libro, pero me equivoqué. Esperaba más de la historia con un principio tan emocionante, aunque terminó por quedarse en un mero libro introductorio. Y, ahora que conozco los títulos de sus otras dos siguientes partes (abuf), puedo preveer perfectamente el final de esta saga. Los malos malosos no serán tan malos y los buenos ocultarán oscuros secretillos.... FIN. Y si me equivoco en esto, cosa que dudo,  ya me corregiréis cuando llegue su momento.

Creo que he entrado en un bucle. Me siento condenada a leer el mismo libro una y otra vez. ¿Y quién tiene la culpa de eso? ¿Yo? Seguramente, pero creo que soy un blanco fácil de la publicidad directa o indirecta con la que las editoriales se manejan estupendamente. Me dejo engañar, así soy yo. Pero no me gusta engañar a nadie, por eso os digo que:

  • La lectura es sencilla y/o aburrida por partes. 

  • La autora sabe manejarse bastante bien entrelazando los conceptos de Eternidad y Legalidad como un arma de doble filo. Bien planteados, pero con pocas ganas. Esta base le podría haber dado mucha más intensidad a una novela que, a tiempos, se hace infantilona.

  • Los momentos más emotivos me han parecido obtusos, gruesos, poco definidos... No han sido bien elaborados. Tal vez por prisas o miedo a no que no fuesen comprendidos.


    ¿Me ha entretenido? A ratos. Se deja  leer.

    ¿Volveré a leerlo? No. 

    ¿Leeré las siguientes novelas? No es necesario. Preveo un final harrypottiano cogido por pinzas y sino, tiempo al tiempo...