Agita tu mundo

No sé si te habrás dado cuenta, pero la vida se termina. 

No te ofendas, ya sé que lo sabes, todos los sabemos, pero a veces no nos damos cuenta de que es así. Nos dejamos llevar por el día a día rutinario, quemamos los días y en el domingo nos damos cuenta de que la semana ha volado y que no hemos hecho nada (nada especial, nada interesante, nada que recordar...). 

Tómate unos minutos para pensarlo y cuéntame, ¿qué has hecho interesante en estos 5 días, llenos de horas, minutos y segundos, que te ha regalado la vida para tu uso y disfrute?
Quemamos días, semanas, meses, estaciones, años... Sin darnos a penas cuenta. Y no es que no tengamos planes o sueños, claro que no, tenemos y muchos. Pero nunca les encontramos hueco. Quemamos el tiempo en lo urgente dejando de lado lo importante. Atendiendo a esas necesidades nos olvidamos, entonces, de que la vida termina. Y lo peor, es que nos olvidamos de que puede terminar de un modo inesperado.

No he venido a soltarte un rollo sobre el Carpe Diem ni sobre desarrollo personal. Este verano me he dado cuenta de algo que ya sabía y que había decidido, pero que había olvidado. Este verano alejada del blog he recordado lo que quiero llevarme de la vida. Me llevó mucho tiempo darme cuenta y muy poco olvidarlo, el día a día y la urgencia son la razón, pero yo soy la única culpable. Me dejé envolver por una necesidad de trabajo, rutina y satisfacciones consumistas que no me beneficiaba. Y, que conste, que no tengo nada en contra de la rutina (creo que es de lo más necesario para una salud mental y emocional óptima), pero a veces hay que agitar nuestro mundo para despertar las chispas que hay en nuestro interior.

¿Sabes por qué, después de una experiencia dura (como perder un familiar, una enfermedad repentina o un accidente de tráfico) la gente se abre a nuevas experiencias e intenta exprimir la vida? Precisamente porque han agitado sus mundos hasta ponerlo todo del revés y, cuando empiezan a ver la luz tras el proceso de adaptación o asimilación, las chispas que estaban latentes en su interior no volverán a dormir tranquilas. Por experiencia (propia y profesional), te aseguro que la mayor parte de esas personas se sienten más satisfechos con su vida después de que su mundo se agitase por completo. Sus escalas de valores no son las mismas y su definición de felicidad dista mucho de la que antes contemplaban.

Y ahora, te pregunto de nuevo, ¿por qué será que la sociedad occidental espera a que algo grave ocurra para replantearse hacia dónde va su vida o qué se llevará de ella cuando el corazón ya no sea tan fuerte?

Hace tiempo que decidí que no iba a esperar más llamadas de atención para agitar mi mundo y despertar las chispas, pero es un camino difícil y a veces pierdo la brújula en medio de esta cultura consumista.

Como bien decía Sie7e en Yo tengo tu amor, "hablar vale más que un Iphone y más cuando alguien te quiere escuchar", por eso yo decidí aprovechar cada instante con esas personas que quieren escucharme y por las que yo moriría sin dudarlo, decidí pasar sin aquello que nos hacen creer necesario e intercambiarlo por experiencias, decidí olvidarme de los regalos de San Valentín, Navidades o Cumpleaños, a cambio de viajes, cafés llenos de amor y dulces imperfectos.

Este verano  lo he recordado lo que de verdad quiero llevarme de la vida, lo que hace que mi mundo se agite y lo que me despierta. Por eso, a cambio de mis Navidades llenas de manualidades, en dos semanas me voy a conocer Segovia, su acueducto y su gastronomía junto al amor de mi vida. 


Y tú, ¿qué vas a hacer para agitar el mundo?


2 comentarios:

  1. Mmm, estamos conectadas, estoy escribiendo sobre agitar mundos (unos dentro de bolas de cristal y nieve) jisjisjis y es que si no estuviéramos aquí y solo nos dejasen bajar a la tierra un rato, ¿qué haríais? Yo estar con mi familia a tope y soñar despierta un rato, coñe, eso es lo que hago siempre, jeje.
    mil besos!!! shake it, shake it, baby!

    ResponderEliminar
  2. Me encanta perderme entre tus artículos Carmen, me encanta.
    Hacía tiempo que no te visitaba y desde luego, volver ha sido cuanto menos, GENIAL.
    Un abrazo grande!

    ResponderEliminar

Gracias por colaborar con tus palabras.