La chica del lago

 Las calles de este pequeña villa del extrarradio casi siempre están vacías, si paseas al anochecer tendrás suerte de encontrarte con alguna vieja ama de casa que decida pasear a su perro fuera de sus dominios. No es un buen lugar para perderse entre la multitud y sentirse parte de ese gran engranaje que hace funcionar el mundo, pero sí que lo es si eso precisamente de lo que estás huyendo... Os invito a pasear conmigo por este lugar, a tomar una brizna de aire gélido y a perder la mirada en ese lago que está justo frente a nosotros. 

Título: La chica del lago

Autora: Steph Bowe

Libro único

Editorial: Ellas. Montena

ISBN:9788484417217

Precio papel: 15,95 (Consíguelo en intercambio/venta)

Precio Ebook: 10,99

Con una portada preciosa, este libro nos llama la atención para que nos interesemos por las historias de Jewel Valentine y la de Sasha. Dos vidas transcurren de forma paralela, llenas de gotas de dolor por unas u otras razones, hasta que convergen en un lago y en circunstancias especiales. La historia promete desde un principio y deseas leerla en busca de algo especial y conmovedor, en busca de un camino hacia la madurez para dos protagonistas muy diferentes a lo que hasta ahora estás encontrando.

Tras leer el primer capítulo, supe que no iba a encontrar lo que me esperaba en este libro. Se trata de una historia conmovedora, sí, eso es innegable. Pero a mí ninguno de sus protagonistas me convence. El personaje de Jewel es el de una chica fuerte, que no espera nada de la vida ni tiene sueños o aspiraciones; pero para no tener nada de esto es de lo más exigente con su entorno y los que forman parte de él. Por un lado, ella sabe que el mundo no tiene nada que ofrecerle y que nada en absoluto merece la pena, por eso es alguien apático a quién todo le da igual. Pero aunque se describa a sí misma de ese modo, actúa de una forma muy diferente. Y aquí entramos en el problema de la narración en primera persona que me he encontrado otras veces, ¿es que ella se ve de un modo diferente a cómo realmente es y por eso existe esta incongruencia? ¿o es que la autora no supo cómo definir realmente a este personaje incongruente? Imagino que será la primera opción, pero de cualquier modo el resultado a mí me deja indiferente.

Por suerte, los personajes de Sasha y su mejor amigo Al, salvaron la novela para mi gusto. Si seguí leyendo, realmente fue por ellos. Tal vez sea porque estoy empezando a cansarme de tanta reflexión por parte del personaje sobre las que los lectores ya hemos encontrado una conclusión. Ya os digo que si no fuese por la curiosidad que sentía sobre el destino de Sasha no habría continuado leyendo, pues las historias que rondan entorno al resto de personajes me resultaban bastante insípidas. Y aún así, terminé la lectura con cierto sabor amargo.

¿Cómo saber si recomendar o no este libro? Para gustos hay colores (es algo que siempre digo,  diré, defenderé y repetiré hasta la saciedad, porque cada uno hace su propia lectura de una historia y me da igual la calidad literaria de la misma) y es que esto es una simple cuestión de gustos. La novela está bien escrita, aunque a mí este tipo de narración me aburre. Los personajes están bien perfilados, aunque a mí me fastidia mucho la incongruencia que una persona pueda tener consigo misma (hay que ser consecuentes, hombre. No me digas que no te va el capuccino si tienes un bigote de leche y una taza en la mano). La historia tiene chicha, pero a mí no pudo importarme menos. Como veis, cuestión de gustos.

Fui buscando algo, esperándome un Blanca como la nieve, roja como la sangre (que a muchos aburrió y para mí es una auténtica JOYA de novela) y me encontré con un gazpacho soso.