En un futuro no muy lejano donde la humanidad ha sido arrasada por el fuego del que un día encendió la mecha, una nueva sociedad se erige como la única verdad sobre la faz de la tierra.. Decían los romanos que para establecer el orden en tierras salvajes era necesaria una dictadura previa a la república, en la historia de la humanidad hemos visto claros ejemplos de que muchas personas tienen clara la primera parte, el problema está en que se les olvida que una vez el orden existe el poder debe regresar al pueblo. En Panem, tierra de todos y de nadie, los privilegiados se han aferrado al poder, mientras entretienen a sus gentes con un Circenes llamado "Los Juegos de Hambre". No es más que un reality show en el que los elegidos luchan por sobrevivir, cruel pero llamativo, ayuda a entretener y a mantener el orden establecido.
Pero la población de los distritos desfavorecidos, se está cansando de esta sociedad jerárquica similar al feudalismo en la que siempre salen perjudicados. En el distrito 12 nace una llama de esperanza que por todos puede ser vista...
¿Tienes hambre de Rebelión? ¿Sed de venganza?
¡Mi opinión puede contener spoilers!
De las manos de una amiga, este libro llegó a mi estantería sin llamar mucho mi atención. La portada me gustaba, pero estaba muy románticona por aquella época y no me apetecía este tipo de lectura. Sin mucho ánimo comencé, fruncí el ceño disgustada al observar que estaba narrado en presente y suspiré varias veces cuando la chica se describía físicamente bajo el patrón esperado (castapelirroja, delgaducha...) Pero, mientras me iba acostumbrando al presente, me fui metiendo en la historia sin poder evitarlo. La primera parte, Los juegos del Hambre, me atrapó al igual que a millones de lectores. Conocer a Peeta fue, sin duda, una gran experiencia. Katniss se ganó mi corazón gracias a Rue a la par que se ganaba el de los espectadores que la conocerían como la chica en llamas. Y En Llamas es como más me gustaba. Caminando entre el fuego porque ella no se quema, entregando su vida una y otra vez por los suyos porque el sacrificio no es un problema para la figura intocable en la que se había convertido: Un Sinsajo.
Tras pasar dos veces por la arena, Katniss no está preparada para lo que le viene encima. Reconozco que cualquier persona debería estar completamente majara a esas alturas, pero creo que ella (al igual que muchos de su alrededor) podría haberse acostumbrado. Para mí, lo mejor de esta tercera parte fue tener la oportunidad de conocer a Gale. Adoro a Gale y a Peeta por igual, eso no puedo evitarlo. Por ello, cuando llegue al final de la historia sentí un tremendo disgusto ante ese final malo-malísimo para Gale. No es justo para el personaje, no lo merecía. Si la autora finalmente había decidido que la bigamia no era posible en Panem, podría haberle dado a Gale un final épico, digno de héroe que fue entre las sombras. Y es que protegió a su familia, fue el combustible de la rebelión en la que Katniss era la llama, fue la razón por la que Peeta llegó sano, salvo y chiflado al distrito 13. Sin Gale no hay historia en el bando de los rebeldes y sin rebeldía no hay historia. Se merecía algo mucho mejor... Pero claro, no iban a matarlo epicamente y dejar que los lectores pensasen que Katniss era injusta al quedarse con el único superviviente... Mejor transformarle en un ser egoísta y violento.
No me malinterpretéis, me ha encantado el final, me parece un final coherente e idílico. Pero creo que estoy condenada a llevarme fuertes chascos en los últimos libros de las sagas... Obviando el final de Gale y las rastrevíspulas {tengo mis razones para ello}, puedo decir que esta Saga me ha encantado y pienso rescatarla de mi estantería antes de ir al cine y entregarme al ciento por ciento al Pan y el Circo de nuestra época.
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