Cinco pasos para recuperar el hábito lector



Las hadas, los dragones y las varitas mágicas son más importantes para el desarrollo intelectual y social de lo que puede parecer. Un niño que se introduce a menudo en un mundo de fantasía repleto de simbolismos será capaz de manejar los límites del realismo mucho antes que un niño que no lo haga. Este efecto se potencia si además se utiliza el lenguaje, como otro símbolo más, como medio de transporte hacia esos mundos sin límite.

Por ello, padres que conocen esos efectos, se preguntan a menudo cómo favorecer en sus hijos un hábito de lectura y la mejor respuesta que se les puede ofrecer es leyendo con ellos, disfrutando de las letras juntos (no solo cuando hay lecturas obligatorias como deberes) y dejando que te vean leer a menudo por el mero placer de hacerlo. 

Pero los adultos no siempre tenemos tiempo para leer o disfrutar leyendo, ¿verdad? Si ni siquiera los amantes de las letras lo tienen. Ni los autores en ciernes sacan tiempo para leer entre tanto escribir, trabajar y vivir. Y que los escritores lean es tan importante como que los niños lo hagan. Nuestro desarrollo profesional depende de nuestras lecturas tanto como el desarrollo intelectual de los pequeños depende de sus cuentos. Que conste que no lo digo yo, que lo dice este hombre, que algo de escribir sabe.

Parece que, sea cual sea nuestra profesión, a veces se pierden costumbres tan buenas y sanas como el disfrute de una buena lectura. 

Las causas de perder el hábito son tan variadas e inestables como las causas de un resfriado. Desde tener demasiado trabajo o estudios dentro o fuera de casa hasta haber pasado por una serie de lecturas negativas que te han obligado a tomarte un tiempo fuera de los libros.  Y al igual que las causas de un resfriado, no podían importarnos menos. Aquí de lo que se trata es de superar el problema y por ello te voy a dar las cinco claves que equivaldrían al paracetamol y mucha agua que todo buen médico sabe recomendar:

  • Paso 1: Elige un buen libro. Cuando digo bueno no me refiero a algo que la crítica considere imprescindible, sino a algo bueno para ti en el momento actual. Si has perdido el hábito, tal vez empezar por el Quijote no sea buena idea. Piensa en qué te apetece, trastea un poco entre temas y elige cuál te llama más ahora.
  • Paso 2: Reserva unos minutos al día para leer. No hace falta que sumen 60. Puedes empezar por objetivos cortos como franjas de 10 minutos e ir aumentándolas de 5 en 5 de forma progresiva. ¿Cómo que no tienes tiempo? Seguro que al irte a la cama puedes dedicar 10 minutos a la lectura, o en esa hora tonta en la que te sientas en el sofá antes de hacer la cena. Quítale 10 minutos a las redes sociales, deja de leer qué come la gente o qué película han ido a ver al cine, y regálaselos a tu intelecto.
  • Paso 3: Márcate un objetivo. No tiene porqué ser un objetivo diario, puede ser semanal, mensual... Y siempre debes jugar adaptándolo a tu ritmo -ese que elegiste en el primer paso-. Decide cuánto quieres leer para empezar, por ejemplo un capítulo al día o un libro cada dos meses y registra tu lectura al terminar. Puedes descargarte plantillas para valorar como esta o participar en alguna red social como Goodreads e incluso darle puntuación en Amazon. De este modo, no solo estarás valorando lo leído, también estás registrando cuánto has leído, por ejemplo, al cabo de un año.
  • Paso 4: Señala tus pasajes favoritos. Si marcas en el libro tus frases favoritas, expresiones que te han hecho pensar o situaciones que han despertado en ti ciertas emociones, tu lectura se volverá mucho más activa y no te distraerás tan fácil como si tus ojos se pasearan por las líneas sin más.
  • Paso 5: Disfruta. Sé firme en tu objetivo pero no pierdas de vista que es un entretenimiento. Tienes que divertirte, no se trata de una obligación. Si quieres empezar por libros cortos para motivarte al pensar que has leído más libros, hazlo. Si un libro no te convence al llegar a la página 30, déjalo sin remordimientos (tal vez no sea el momento). Y si no te gustan los temas agoreros deja los clásicos del romanticismo empolvándose un poco más en la estantería. Diviértete con lo leas, siempre.

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