Lecturas: Vampire Academy

No es un secreto que las historias con vampiros me atraen demasiado, tampoco que los tópicos de novelas juveniles me entretienen mucho si están bien llevados, por ello, sumando a esto las muchísimas reseñas positivas de esta serie de novelas, no pude resistirme a hacerme con los tres primeros libros en un intercambio de Anabel W. (melli, ¡te echo de menos!).

Título: Vampire Academy (1/6)

Autora: Richelle Mead.

Editorial: Alfaguara.

ISBN: 9788420422596

Precio:14,99 eBook: 9,99

Rose es una Dhampir, una de las tres razas de vampiros encargadas de salvaguardar la vida de los Moroi (vampiros originales, más humanos de lo que se podría esperar) de las continuas amenazas a las que están sometidos por parte de los Strigoi (los vampiros más crueles que serán capaces de arrebatar las vidas que sean necesarias por continuar en su aletargo de inmortalidad).

Desde el principio sabemos que Rose es la encargada del bienestar de Lissa, con la que comparte un vínculo muy importante, y será capaz cualquier cosa por conseguir su objetivo. El problema es que por muy Dhampir que sea, no deja de ser una adolescente y hay muchos vampiros por ahí sueltos a los que no podría enfrentarse sin un buen entrenamiento. Por eso, cuando en las primeras páginas los responsables de la Academia de Vampiros las envían de vuelta a la institución, Rose se esforzará por entrenarse para ser la mejor guardiana. Claro que un mentor llamado Dimitri tal vez tenga algo que ver con tanta dedicación... Pero no adelantemos acontecimientos.

La novela comienza fuerte, con mucha acción. Para mí fue como si me enchufasen con una mangera de agua fría en una tarde de 35ºC, te sorprende, te refresca y lo agradeces. Rose y Lissa escaparon de la Academia por una razón que desconocemos al principio, pero se encuentran en una situación difícil de mantener y nos les queda más remedio que regresar junto a esos vampiros que las escoltarán hasta sus mismas habitaciones dentro de la institución.

Obviamente, esta huida tendrá sus consecuencias. No solo por parte de los profesores o tutores de las chicas, sino también por parte de los propios alumnos que las acompañan en su día a día. Rose es un personaje fuerte y no será fácil intimidarla, pero Lissa es otra historia.

Y a estas alturas de la novela me veo en un problema. Ahora que sigo a 35ºC y de la manguera tan solo salen gotas tristes, la lectura se me hace cuesta arriba (más o menos la primera mitad).  ¿Por qué? Porque encuentro una historia más de instituto y superación de la hormonal adolescencia, que es entretenida, que me gusta, pero ya. El agua deja de salir y yo pierdo el interés en seguir ahí plantada frente a la manguera. Pero recapacito en seguida y veo que, tal vez me  haya creado unas expectativas tan altas con esta novela que no esté siendo justa con ella. 

Se trata de una novela de vampiros con su propia jerarquía, cada uno con unos deberes para mantener el orden y no permitir que los Strigoi saquen las cosas del tiesto, con una trama juvenil llena de tintes de amistad, amor y oscuros secretos en torno a la institución. La novela es lo que es, y aceptándola como tal, olvidándome de las ideas preconcebidas sobre ella, me planto frente a la manguera y disfruto de cada gota de agua y los chorros que me refrescan de vez en cuando.

Y disfruto de las reacciones de Rose, de su carácter antiremilgos y su lengua de trapo, disfruto de Lissa y de cómo intenta dominar su fuerza interior antes de ser consumida por ella, disfruto de Dimitri (Dimitri corriendo, Dimitri luchando, Dimitri recostado sobre su cama, Dimitri sonriendo... Y no sé porqué en mi cabeza siempre aparece sin camiseta), disfruto de Christian y esa oscuridad que le rodea... Disfruto de cada página y cada capítulo una vez que tomo la novela como lo que es y no como lo que yo imaginaba que era (Ni siquiera sé qué me esperaba de ella, ¿que el libro fuese tan chispeante que me explotase en las manos, tal vez?). Supongo que echo de menos un poco de Daniel Waters o Scott Westerfeld en mi vida.

Una buena novela, con una narración sencilla y coloquial, con personajes fáciles de evocar y congruentes consigo mismos. Una novela de la que disfruté como en mis primeras lecturas del género. ¿Recomendable? Mucho.