Con el bombom, escuchaba el tambor. Con los
primeros cruces de piernas, fallidos por su parte, la percusión se hizo más
compleja. Con la sonrisa de Evan en cada intento, los violines creaban el fondo de
la canción. Con las carcajadas que terminaron por compartir, mientras su pulso
se aceleraba, las gaitas tomaron el protagonismo en una melodía perfecta.
ese instrumento que es la llamada de los druidas en las highlands, es magico;)
ResponderEliminarme encanta!
ResponderEliminarMaría vas muy bien encaminada... ^^ Andii muchas gracias.
ResponderEliminarUn besote chicas ^^
Una ambientación genial. ¡Es que siempre me haces ver y escuchar tus letras escritas!
ResponderEliminarBesos Guapísima
Gracias María ;)
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