Lecturas: Bella Malicia


 Atracción: Acción de atraer. Emoción básica, animal, disfrazada de sentimiento humano. Todos los sentimientos tienen como base una emoción, pero hay una clara diferencia entre aquellos que han sido elaborados por medio del contacto humano y aquellos que han sido disfrazados como tales. No nos engañemos, la atracción es simplemente eso. Y en su simpleza radica su complejidad, pues ¿cómo alejarse de algo instintivo? ¿Cómo evitar la atracción? 

 

Título: Bella Malicia
Autora: Rebecca James
Editorial: El Aleph Editores
ISBN: 978-84-7669-946-1




 Katherine tiene un secreto. Desde hace un tiempo su vida ha cambiado, su hogar, su instituto y sus amigos ya no existen. En parte, está agradecida de que todo haya cambiado, de encontrarse sola. Al fin al cabo se lo merece ¿O no? Desde luego, su nueva amiga Alicie (esa rubia perfecta a la que todos parecen adorar) no opina lo mismo. Cree que Katherine se debe a la diversión propia de su edad, a la locura... Y se va a esforzar mucho por conseguirlo. 
 ¿Quién podría resistirse a esa belleza? Seas hombre o mujer, sea cual sea tu orientación sexual, te sentirás terriblemente atraído por ella y no solo por su físico, sino por esa magia que parece envolverla como al más dulce de los caramelos. Alice es fantasía, diversión y Kath no puede resistirse a ella. El problema es que el tiempo siempre pasa y en el mundo existen algunas obras de arte que son más bellas cuanto más te alejas para admirarlas... Alice es una de ellas y Katherine no tardará en darse cuenta de ello; pero ahora sabe demasiado, ahora es demasiado tarde para echarse a un lado como si nada las hubiese unido jamás.

Intriga, ¿verdad? Sí y mucha. La primer mitad del libro es apasionante, no fui capaz de cerrar el libro ni para cambiar de postura en la cama. La  llegada de Robbie y Mick te obliga a pegar los ojos de una manera casi indecente. Sin embargo, la segunda mitad, casi hacia el final de la lectura, se convirtió en algo extraño. No podía dejar de imaginarme a Rebecca de Monray en La mano que mece la cuna... Pero creo que la razón de que esa segunda parte se me hiciese tan cuesta arriba fueron las constantes faltas en la adaptación (en las que los verbos ir/venir o llevar/traer se reiteran una y otra vez) o las incongruencias acerca de los diagnósticos psicológicos (psicopatías bastante alejadas de la realidad según las conductas del personaje en cuestión) que hacían que resonase un chirrío en mi cabeza, al igual que les pasa a otros lectores con una palabra mal acentuada -es decir, doloroso-.

 Por otro lado, la historia está muy bien elaborada con los saltos en los tres tiempos que se nos presentan en la narración, bien enlazados y congruentes. El argumento no es tan original como interesante y absorvente, algunos momentos son realmente estremecedores, eso me ha encantado. Sin embargo, no sé como sentirme hacia un libro con un sabor tan agridulce para mí. Sin duda, si la autora se hubiese informado un poco más y la adaptación hubiese cuidado los detalles, se habría convertido en uno de mis favoritos. 

 Ni lo recomiendo, ni lo dejo de recomendar. Cada vez es más que evidente que cada lector obtiene una lectura particular de los libros que caen en sus manos. Sin embargo, os recomiendo dejar las expectativas a un lado antes de dejaros atrapar por una historia cuyo argumento es más que atractivo.