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Capítulo 9
—Que sea negra, por
favor.
Sentado tras la barra
de madera oscura, no pudo controlar la
sonrisa que se abría paso mostrando sus
dientes. Ciara tenía algo que la hacía diferente al resto de mujeres que había
conocido hasta la fecha. Era despierta, culta,
divertida y siempre se mostraba tan confiada de sí misma que daba la sensación de haber estado ensayando
soliloquios y gesto frente al espejo; hasta manejando la caña tenía estilo.
—Hoy estás muy elegante
—dijo ella comiéndole con los ojos. Un gesto que hizo a Gabriel sonrojarse como
una colegiala—. ¿Adónde vas?
—Vengo de una reunión
de padres y tutores. Al parecer no todos los niños se están adaptando muy bien
a primaria —le explicó mientras se quitaba la cazadora de cuero y la dejaba en
el taburete contiguo—. Y sí, mi Melisa
es uno de ellos. La profesora dice que siempre está contándoles historias
muy extrañas a los otros niños, que tiene la cabeza en las nubes y se empeña en
compartirlo con todos los demás.
—Todos los niños tienen la cabeza llena de fantasías, lo que pasa es que tu niña es muy espabilada y tiene más poder de liderazgo que la propia seño. Y si
la profesora fuese un poco lista, le daría a Melisa tareas que la estimulasen y
arrastrase a sus compañeros con ella. —Ciara se acordó de colocar el posavasos antes
que la bebida, para variar—. ¿Cacahuetes?
Gabriel rechazó con la
mano el bol de aperitivos.
—Me gusta mucho más tu
versión —añadió él—. Según la tutora debo aplicarle un castigo consecuente cada
vez que venga una nota en su agenda, para
que aprenda que su comportamiento en el
colegio importa también fuera.
La chica frunció el
ceño al escucharlo. Extendió la mano y robó un puñado de cacahuetes recordando las
diferencias entre los profesores de la vieja y la nueva escuela.
—La actitud de Melisa
no es mala. No está mal tener carácter y
expresarlo, lo único que falla es la
forma. Yo creo que esa niña tiene mucha fuerza y solo hace falta reconducirla —le explicó sin necesidad de entrar en detalles
más técnicos. Los estudios más recientes defendían que las conductas
indeseables desaparecían antes, y durante más
tiempo, si se premiaban las
buenas conductas—. Por ejemplo, si yo
fuera su maestra, le daría tareas como repartir las fichas, corregir las de
algunos compañeros, ayudar a los que tengan mayores dificultades… En definitiva,
darle la opción de ser la auxiliar de la clase. Convertirla en una líder de
provecho.
Aquella versión de su
hija le gustaba mucho más, y por su puesto el modo de abordarla sería mucho más cómodo.
No soportaba castigar a Melisa, no solo porque se ponía muy pesada, sino porque lo pasaba casi tan mal como ella.
Y más aún si la castigaba por algo con lo que ni siquiera estaba de acuerdo.
—¿Por qué no me acompañas
a la siguiente reunión de padres?
—dijo esperanzado—. Me vendría bien una ayudita para defender a
Melisa mientras las miradas de las mamis
me atraviesan.
Un cliente recién
llegado ocupó un asiento en el otro lado la barra circular y ambos le
miraron. Ciara solía tomarse unos
segundos antes de atenderles, para que
pudieran ojear la tabla de precios y decidir que les apetecía.
—Te acompaño adónde quieras.
Echó a andar hacia el cliente
dejando a Gabriel pasmado sobre la
silla. Aquella chica, la misma que contoneaba su trasero bajo unos
vaqueros ajustados, le estaba tirando la caña de forma descarada. Por lo que
sabía de su vida, Ciara había conseguido
lo que se había propuesto y ahora entendía por qué, no parecía una mujer que se anduviese con rodeos. Tal vez fuese más sutil en otros aspectos, o con otros hombres, pero a él se
lo estaba dejando claro. O se lanzaba
ahora, o no lo haría nunca.
—Ciara.
—¿Sí? –dijo ella
recuperando el espacio.
—¿Cuándo terminas?
—En teoría ya he
terminado, pero el segundo encargado se
está retrasando hoy. Tenía no sé qué asuntos con su exmujer y la
custodia de los niños… Pero en media hora creo que habré terminado —le
explicó—. ¿Por qué?
Uoooo, eso digo yo.... ¿Por qué? Y nos dejas así???eh???
ResponderEliminarMalaaaaa!!!
Me ha encantado!! Las opiniones de CIARA sobre la niña, y cómo han de tratarla...me encanta este personaje, está dando mucho de si, y creo que Gabriel comienza a darse cuenta xD
Mil besitosssss