Temblor

Acabo de terminar con la primera novela de la saga de Mercy Falls, de Maggie Stiefvater, y tengo una sensación ambivalente. Al principio me costó un triunfo cogerle ganas a la novela (si me sigues por twitter lo sabrás), tuve la sensación de que en el libro todo eran preliminares de un nudo que nunca llega, pero hacia el final conseguí conectar un poco más con la historia y leer con ligera ansiedad por conocer el final de los personajes.


Grace, adolescente, fría, racional y tremendamente solitaria (por obligación paternal), fue casi-almuerzo de una manada en una ocasión. Tuvo la suerte de que uno de los lobos se enfrento al resto para salvarle la vida, un lobo de ojos amarillos con el que se obsesionó desde entonces. Le veía cada invierno, desde la parte trasera de su jardín, colindante con el bosque, y disfrutaba de los escasos momentos en los que intercambiaban miradas. 
Lo que Grace no sabía era que el lobo era mucho más que eso. Cada primavera, con la llegada del calor, Sam se transformaba en humano sin sentirse capaz de acercarse a ella, a su chica de verano
Pero el destino siempre es mucho más astuto que cualquiera de los personajes y, Grace y Sam, se acaban cociendo en circunstancias un tanto especiales. Tan especiales que Grace se ve obligada a ocultarle y mantenerle a salvo (una suerte que sus padres pasen de ella, aún me pregunto porque los asistentes sociales no se la quitaron cuando aún era una niña).

Justo cuando Grace comienza a ocultar a Sam, el libro pasó de ser aburrido a ser un despropósito total. ¿Sabéis que me gustan los tópicos no? Pues este es uno, pero muy mal llevado. No entiendo (y que conste que lo digo con cierta preocupación) que los padres de Grace pasen tanto de ella. Da la sensación de que no la quieren, de que si no la vendieron al circo es porque ya no viven en los años de la depresión norteamericana....

Pero entonces, cuando estaba a punto de dejar el libro por lo inverosímil que eran sus personajes, la cosa se puso interesante. Sam, como todos los lobos, se transforma en animal por las bajas temperaturas y el libro se convierte en una lucha constante por mantener el verano en sus venas. Entre tanto, las cacerías hacia manadas de lobos que han atacado a un muchacho de Mercy Falls, las amigas de esta y la manada de Sam, mantienen en vilo al lector hasta el final de sus páginas (bueno, a ratos).

Sobre la pluma de la autora he de decir que a mi parecer sobran páginas, bastantes. Madame Tijeras no debió estar presente en la corrección de la novela que, si se hace eterna en alguna ocasión es porque realmente no pasa nada. De nada. La escritura es sencilla, demasiado simplona para mi gusto y, sin embargo, el lenguaje de muchos personajes no es nada "adolescente". Como lectora agradezco que algún personaje de edad determinada parezca tenerla y las descripciones no me bastan, me gusta sentirlo en sus diálogos y actos. 

Spoiler 
Sigo sin ver lógico que cuando Isabel, preocupada como está con un hermano desaparecido al que cree ver, le pida hablar con ella, Grace le ofrezca cocinar con Sam y que acaben bailando. En serio, no lo veo... 
Fin Spoiler

Creo que si esas cosas se hubieran cuidado el libro me habría gustado mucho más, habría podido concentrarme en los personajes (que es lo que me gusta hacer) y vivir la aventura junto a ellos. Es una pena porque Sam es uno de los caracteres de chico más adorable de los que he leído, ha conseguido que el chico bueno me guste por primera vez y eso no es moco de pavo. 

Dicen otras reseñas que al leer el resto de novelas entienden que esta primera era introductoria y que merece la pena. Yo no sé si seguiría leyéndola. Estoy cansada de pasar por introducciones tremendas (más de 400 páginas) que no me apasionen solo para tener que llegar "al libro bueno de la historia".

¿Tú ya lo has leído? ¿Te animarías a hacerlo?



Más información

Susurros en Sachenhausen


Desde que descubrí amazon, como lectora nunca dejé de sorprenderme. La cantidad de historias maravillosas que se pueden abrir con solo echar un vistazo... Es cierto que se debe tener el ojo entrenado para encontrar una buena novela, pero ¿a caso no me pasa exactamente lo mismo a la hora de elegir dentro de una librería? ¿Qué hago entonces? ¿Qué compro? ¿Qué leo? Básicamente lo que me ha recomendado gente de confianza.


Hoy quiero hacerte una recomendación. Aún no he leído Susurros en Sachenhausen, pero me consta que es un libro apto para cualquier amante de las buenas historias. Lo sé porque su autora, Rebeca Bañuelos, siempre ha conseguido emocionarme y conmoverme con sus letras. Esta autora escribe con la conocida prosa poética de forma tan natural que parece haber nacido con ese don. En sus relatos, como este compendio (que puedes leerla gratis aquí) o en este blog donde deja sus pinceladas, convierte las palabras en una suave melodía.



Un joven de apariencia decidida y carácter protector. Una chica de mirada frágil que quizá necesite ayuda para levantarse. En el mismo lugar y al mismo tiempo, un montón de susurros claman ser escuchados. ¿Se percatarán de ellos? 
Un canto a la libertad y a la fraternidad entre seres humanos, susurrado desde el campo de concentración de Sachsenhausen, a las afueras de Berlín. 

Estoy muy orgullosa de que haya decidido dar el paso hacia la publicación, salir del intimismo y demostrar al mundo, con la valentía de todo autopublicado, lo que ella sabe hacer y domina. No solo hay cariño y esmero entre sus letras, sino que hay un trabajo de corrección por la profesional Isabel del Río que nos garantizará un producto sin nada que envidiar a un sello editorial.

Te recomiendo que hagas la reserva de esa novela (yo ya he hecho la mía por solo 0,99€) y que le des la oportunidad a las letras de Rebeca a entrar en tu vida. 

Su mundo está lleno de suaves vaivenes del mar con la fuerza de las olas capaces de hundir naves vikingas. 
Sus letras te hacen sentir cómodo entre emociones incontrolables.
Su prosa te hará sentir solo y perdido en la noche, pero, por suerte, en los cielos de Rebeca siempre hay estrellas.


Conoce a Rebeca y todos sus escritos en su blog,  Rebeka October Writer

La clave de los blogs de éxito



Perdona la expresión, pero entenderás mi énfasis cuando leas el porqué...

Hace tiempo que me ronda la idea de monetizar un blog. Quiero ganar dinero por lo que escribo y, pensé, si otros lo hacen, ¿por qué yo no? Si yo también sé muchas cosas y tengo mucho que compartir. Como todos, ¿no? Seguro que hay algo que se te da mejor que otros y que estarías dispuesta o dispuesto a compartir gratis; pero si encima te dan una pequeña compensación económica mejor.

Vía


Entonces, y gracias al consejo de una lectora fiel a la que le gustan mis artículos sobre emociones y desarrollo personal, me decidí a crear un blog específico del tema. Compartir artículos de psicología, tal y cómo lo hice en este blog con post como este o este, y ofreceros el Manual al que he titulado "Del objetivo a la acción" al suscribiros. Todos los blogs de marketing dicen que la clave de un blog de éxito no son los seguidores, sino los suscriptores, así que yo tenía que tener una. También dicen que si quieres ganar dinero con tu blog tienes que tratar temas específicos, no mezclar temas y no dedicarte a contar tu vida... Y claro, con esas premisas, yo pensé que necesitaba un nuevo blog. Fíjate hasta que punto estaba comprometida que me gasté 50€ en un manual ebook de cómo monetizar mi blog (qué dolor me dio encontrar otro muy parecido a 0.99€ semanas después).


Me puse manos a la obra. Registré el nombre de Puzle Emocional, me puse con el diseño del blog día y noche, noche y día y lo terminé. También terminé el manual.Y, ¿quieres saber qué voy a hacer con él? 
No abrirlo.



Es un poco frustrante haber dedicado días a trabajar en un nuevo blog que no verá la luz, pero tengo mis razones. Uno de los blogs para emprendedores que más me gusta es Oye Deb, lo sigo siempre porque Deb es un libro abierto, me parece una persona de fiar incapaz de mercadear con ilusiones y jamás, jamás, te hace sentir culpable por hacerte pensar que no te esfuerzas demasiado. Este martes colgó un post que, si estás pensando en emprender on-line, te recomiendo que leas. Fue precisamente su entrada lo que me hizo pensar, ¿pero en qué leches estoy perdiendo el tiempo? Yo soy psicóloga y escritora. Debería estar escribiendo y no diseñando un blog que me va a dar mucho más trabajo que beneficio. Y la psicología, por muchos artículos o manuales que pueda escribir, es algo que se practica en las distancias cortas, individualmente o en grupos. 

Quiero decir que, mantenerme económicamente trabajando como psicóloga a través de un blog, no es viable. Que puede funcionar a algunos profesionales es cierto, pero no a mí. Desde mi punto de vista no puedes valorar un problema emocional por email -por que la comunicación no verbal es vital en esto- ni tampoco por Skype. Cuando practico relajación o entrenamiento en Mindfulness no tengo solo que ver a mi paciente, tengo que estar con él y para él. Eso es un ejemplo de servicio que no puede ser distribuido on-line. Sé que a muchos les costará entenderlo así, pero para mí es tan ilógico como  pedirle a un fisioterapeuta una evaluación vía Skype o por la descripción del dolor en un email.

Y en ese caso, ¿cuál iba a ser mi forma de generar dinero con un blog así? ¿Escribir autoayuda o darme publicidad? ¿Dar cursillos de formación on-line?... Eso no da dinero para vivir, pero si me llevaría el tiempo que necesito para trabajar para vivir. Tendría que sacrificar mi vida personal para dicho blog y ahí entramos en un tema delicado. La gente que forma parte de mí necesita cuidados, cariño, risas, peleas, lágrimas o carcajadas y siempre he pensado que debo vivirlas intensamente.

En este momento es cuando me puse a lo que yo llamo "investigar". ¿Cuáles son los blogs de mayor éxito en Internet? Y no hablo de un momento puntual, sino de larga estancia. Yo pensando que eran los de marketing de contenidos, emprendedores o los de social media y nada de eso... Blogs de moda, blogs de decoración (manualidades incluídas) y blogs de cocina, esos son los que llevan siendo populares más tiempo en la blogoesfera.

Pero hay más. Y es que, a pesar de ser de moda, cocina o decoración, esos blogs son muy personales y mezclan otras temáticas de interés en sus páginas. Cuánto más personal es un blog, más engancha, y cuánto más engancha más promoción de tus productos podrás hacer o más publicidad patrocinada acogerás en tus páginas -si quieres, claro-.


Ejemplos de blogs tomateros


  1.  A Beautiful Mess. Dos hermanas creativas, punto y final. La creatividad les ha llevado a crear un blog de éxito incalculable en el que dan recetas, hablan sobre estilo de vida, de escapadas interesantes, de cafeterías o locales a visitar, de guías de viaje, de fotografía, de DIY, de decoración, de copywriting (osea, de escribir con objetivos concretos), de marketing, de mascotas.... Hablan de todo, pero siempre desde su perspectiva personal con fotografías únicas con ellas -o amigos- como modelos y dejándote conocer un pedacito de sus vidas. Por eso cuando entras en su tienda y ves un bloc de notas, te lo compras porque lo usan ellas y en él han creado todas las cosas maravillosas que hay en su blog.
  2. A cup of jo. Joanna, escritora y madre en Nueva York, nos habla de bodas, de comida y bebida, de estilo de vida, de decoración, de relaciones, de moda y belleza, de las dichas y desdichas de ser madre... Y todo desde un punto de vista personal.
  3. Púrpura. Web mexicana sobre estilo de vida, emprendedores, belleza, cocina, salud, nutrición, terapias alternativas, humor y mucho más.
  4. The nectar collective. Psicología, motivación, estilo de vida, viajes, decoración...
  5. The color palette. Un blog recién descubierto que mezcla temas tan variados como reseñas de libros, de cine, fitness, moda y belleza y les sale de muerte. Acaba de iniciar su camino, pero les auguro un futuro brillante al ser de los primeros blogs en castellano en aplicar la fórmula más exitosa de los blogs norteamericanos tipo A Beautiful Mess. 

Blogs de éxito por hacer, de forma organizada, LO QUE LES SALE DEL TOMATE.

Y eso es lo que pienso hacer yo a partir de ahora... 
Con lo que yo sé hacer no me haré rica, pero, leñe, que bien me lo voy a pasar.