Recordad que esta noche será única, será irrepetible, será... una noche más en tu vida. De ti depende convertirla en algo digno de recordar, de ti depende la actitud con la que te adentres en este nuevo año. Yo, desde dónde esté, solo tengo buenos deseos para ti y los tuyos.
He estudiado bien cuál debería ser la última entrada del año y no he encontrado nada mejor que compartir contigo la reseña de esta película por dos razones:
Si no la has visto, lee y añade esta película a tu lista de pendientes. Cuenta más de lo que parece y esconde, tras la vida de personas tan reales como tú misma, un dilema moral en el que nos vemos envueltos todos los que aspiramos a monetizar lo que sabemos hacer (o ganar un eurillo con algo que implica esfuerzo, valores, constancia para la creación de un producto, osea, ganar dinero por trabajar).
Porque te va a dejar una sabor de boca muy bueno antes de terminar el año y sé que, al igual que me ocurrió a mí, pensarás que invertir (tiempo, dinero -por poco que sea-, y mucho esfuerzo) en lo que te gusta, siempre merece la pena.
¿Preparada?
Esta película nos narra la historia de dos vidas ajenas que e acaban cruzando en el momento preciso.
Por un lado, tenemos a Dan, dueño de una discográfica y recién despedido de la misma al vender demasiadas acciones. Tras una mala racha de "exceso de emociones" que solo se ve capaz de acallar con alcohol, siente que ha perdido su magia y que no volverá a ser capaz de encontrar a alguien que merezca la pena producir.
Gretta, compositora por afición, se muda a la gran manzana con su novio Dev. Tras cinco años de relación, ni siquiera se plantea quedarse en su Inglaterra natal continuando con la Universidad, pues su chico acaba de ser "descubierto" por la industria de la música y esa oportunidad les abrirá las puertas del lujo más hipsteriano (valga la redundancia, hipster en sí implica lujo, consumismo y snobismo) que te podrías imaginar. La industria de la música mima a Dev como estrella emergente que arrasa entre las chicas y vende discos haciéndoles de oro, y él se deja absorber por ese tipo de vida, interiorizando su individualismo hasta tal punto que Gretta (su novia, amiga, compañera y compositora favorita) deja de importarle.
De pronto, como si acabase de caer de la nube más alta, Gretta termina abandonada en la Gran Manzana. Suerte que su gran amigo, un artista callejero y músico aspirante a productor llamado Steve, la acoge en su trastero estudio y se la lleva a una noche de micrófono abierto. ¿Quién iba a decirle a Gretta que un productor musical venido a menos estaría ahí, ahogando sus penas, a punto de ofrecerle una aventura?
Sí, aventura, porque eso es lo único que Dan puede ofrecerle a cambio de una cerveza. Al principio, a ella no le convence la idea tras se rechazada de una discográfica, pero la posibilidad de grabar un disco en plena ciudad, aprovechando los ruidos ambientales y contando con grandes (aunque nada famosos) músicos, se le hace irresistible.
Podría decir que aquí empieza lo bueno, pero no, lo anterior es parte de lo bueno. Descubrir la vida anterior de estos personajes a ese encontronazo casual es la verdadera esencia de la historia; pero el después... el después te creará ese buen sabor de boca del que al principio te estaba hablando.
Bañados por música, buen rollo y pocas pretensiones, Dan y Gretta se embarca, junto a un pequeño grupo de músicos, en la grabación de este disco realmente indie y callejero, con improvisaciones artísticas de niños que corean a cambio de 5 dólares y los insultos de un vecino cualquiera. Y la creación final, esa que se hace tan esperada, no podría encontrar mejor destino a la par que sus protagonista.
A pesar de los defectos de esta historia, como el personaje de Steve de amigo regordete y enrollado, el enorme patrocinio de apple como única marca posible cuando eres artista indie y pobre (con el pastizal que cuesta, sigo sin entenderlo) y lo cansina que puede resultarme Keira Knightley y su inglesidad (que no sé muy bien por qué a los cineastas les gusta destacar); esta película te deja esa sensación de buen cuerpo ideal para terminar el año con una sonrisa.
