La inteligencia emocional de los personajes

Como a todos, en ocasiones me encuentro con palabras o conceptos en la literatura que me sacan completamente de contexto. Ese tipo de errores tontos que consiguen que el párrafo chirríe como una puerta mal engrasada, dificultan la lectura de las novelas y pueden hacer perder puntos de forma estrepitosa a un argumento de toma pan y moja. Para la mayoría son los errores ortográficos. Para mí, supongo que por mi formación, son ideas o conceptos psicológicos que no siempre se ajustan a lo que algunos autores plantean.

Es muy importante que te asegures de la etiqueta que le pones a un personaje si es que este necesita poseer alguna. Si hablas de trastornos psicológicos o enfermedades psiquiátricas, por favor no dudes en cerciorarte de que usas bien dicha etiqueta. Puedes consultar el DSM-IV-TR y CIE-10 para ello.

Después de esta pequeña introducción para justificar esta entrada, quiero hablaros del uso de la Inteligencia Emocional (IE, en adelante) en los personajes. Es más que necesario si pretendemos dotar a nuestros pequeños de coherencia entre su personalidad y los actos que finalmente lleva a cabo. 

La IE no es más que la capacidad para identificar, asimilar y controlar nuestras emociones y, por otro lado, la percepción e interpretación de las de los demás. Al igual que el Cociente Intelectual (por los dioses, usad cociente y no coeficiente porque si hablas de capacidad intelectual es lo correcto), la IE no es algo que tienes o no tienes, sino que lo posees en diferentes grados. De ahí la razón de esta entrada: No todos tenemos la misma capacidad de IE.


A menudo me encuentro con protagonistas que, además de ser la caña intelectualmente hablando (porque son unos cerebrines -muy bellos, eso sí- y lo pillan todo a la primera aunque sean conceptos superchungos que ellas jamás han oído con anterioridad) también poseen una IE que roza los límites de la realidad. Vale, entiendo que al narrar las cosas en primera persona necesitamos describir las actuaciones de otros de forma lógica para que el lector se entere de lo que pasa o siente otro personaje, pero ¿realmente es posible que esas protagonistas puedan describir con tanta exactitud el porqué de todos los gestos de sus acompañantes? Y no solo eso, es que ellas dominan sus propias emociones con una madurez impresionante. En seguida identifican sus emociones negativas gracias a cambios fisiológicos -algo muy complejo de conseguir-: se les enrojecen las mejillas (lo que ayuda a su belleza natural, claro), sienten cosquilleos o la sangre fluir más deprisa... E intentan dominarse. Y la mayor parte de las veces lo consiguen. Y no solo eso, también consiguen utilizar esa emoción de una forma productiva orientándola hacia sus objetivos.¡Ya quisiéramos muchos tener esa capacidad emocional!

No me parece realista, pero aún así como lectora pienso que es que estas chicas han tenido mucha suerte en el baticao=hereditario+contextual+social y sigo adelante con la lectura. Pero entonces llega el momento en el que ocurre lo que me venía temiendo, una incongruencia. De pronto, con la superinteligencia intelectual y emocional de esta protagonista, resulta que siente pavor por la nieve y deja que ese sentimiento le afecte en la jornada o que un chico muy atractivo le suelta una chorrada fuera de lugar y ella no puede evitar que se le escapen lágrimas traicioneras. Eso sí, los periodos de duelo al asimilar cambios radicales en su vida (como la pérdida de un familiar o los estrepitosos cambios de residencia donde dejan atrás su zona de confort) son coser y cantar. Es muy complicado crear coherencia en el conflicto cuando se han planteado esas premisas. Sobre todo es complicado que un lector se crea a un personaje que se controla perfectamente sus emociones cuando debería estar  madurando su IE.

Por supuesto, Inteligencia Emocional la tienen todos los personajes y en algunas novelas resulta que todos son cuasiperfectos en este ámbito. Eso no es realista y por mucha fantasía que haya en nuestros escritos debemos recordar que los personajes son, a fin de cuentas, personas. Y las personas, casi por definición, somos imperfectas. No hay que fiarse de las etiquetas ya establecidas, ser un poco egoísta no significa ser egocéntrico, ser inseguro no es lo mismo que ser cobarde ni ser extrovertido tiene porqué ir unido a gente exuberante y chillona.

Sé original al crear a tus personajes y ten en cuenta que no tienen por qué caer bien a todo el mundo (normalmente, cuando se intenta eso, no caen bien a nadie). Deshazte de las ideas preconcebidas que, aunque no queramos, suelen afectarnos a la hora de iniciar una novela e inspírate en las personas que te rodean para dar forma a lo que te traes entre manos. No digo que tengas que basar a los personajes en gente de tu entorno, sino que tomes como referencia la observación de gente real para crear a gente creíble. Y sobre todo, ten en cuenta las costumbres del lugar en el que desarrolles tu historia. No caigas en el error de americanizar a los españoles o españolizar a un noruego, empápate de la historia cultural de la  zona y deja crecer con lógica a tus personajes allí donde has decidido plantar su semilla.

Los templarios y otros enigmas medievales

Para el mes de mayo tenía reservado este libro que poco tiene que ver con las novelas a las que estoy acostumbrada. Tenía curiosidad por este libro que me habían recomendado y que, según su propia cubierta, deja "los misterios más intrigantes de la Edad Media al descubierto". Nunca había leído nada de Eslava, así que me pareció una buena forma de iniciarme con este autor al que le gusta hablar claro y descubrir las recetas secretas de los mejores pasteles de la sociedad.



Título: Los templarios y otros enigmas medievales.
Autor: Juan Eslava Galán.
Editorial: booket
ISBN :978-8408065104Precio: 5,65€




 A través de un recorrido histórico basado en las fuentes más fidedignas asistiremos al origen, consolidación y ocaso de uno de los grupos más relevantes y que más leyendas han suscitado  de toda nuestra historia. Los templarios, cristianos encargados de emprender cruzadas para recuperar Tierra Santa, formaban parte de un grupo social a caballo entre sacerdotes y guerreros. En origen, fieles a sus principios, actuaron bajo en mandato de altas esferas del catolicismo, pero, como suele pasar cuando a un grupo de personas se les da demasiado poder, terminaron por tomarse las normas a su manera (como el voto de pobreza, por ejemplo, que no casaba demasiado bien con sus saqueos). 

Esto no gusta nada a esas altas esferas probablemente, y como señala el propio Eslava, porque el fruto de los saqueos de Tierra Santa debieran pertenecer a la iglesia. Este es el origen del conflicto en el que la iglesia acusa a los templarios de herejías y brujerías que les permitieron torturarles con prácticas inquisitivas para obligarles a confesar lo que les llevó a la muerte (y lo que les facilitó el acceso a dichos tesoros). Curioso que fuese exactamente lo mismo que sustentó todas y cada una de las leyendas

Los detalles de este proceso, desvelados en el libro, no dejarán indiferente a nadie. Comprender que desde tiempos ancestrales todo era política es un poco descorazonador, sobre todo para personas románticas que como yo creían en la posibilidad de que algún secreto no tuviese explicación alguna... Pero no, todo lo contrario. Incluso los misterios más oscuros son desvelados por el autor desmitificando a este grupo y a un sin fin de historiadores que no dudaron en falsificar pruebas que demostrasen sus hipótesis (en este punto, ves como todo el esquema que configura El Código DaVinci cae en picado).


Sin embargo, este no es el único grupo al que conoceremos en este libro. Tomando como partida a los templarios y su posterior declive, asistiremos a la evolución de nuestro país antes de que fuese reconocido como tal, cristianos, árabes y vikingos que hicieron de esta tierra un punto de inflexión para el desarrollo de la cultura occidental.

  • Lo peor: Al ser un ensayo, los capítulos de la historia que menos me interesaban se me hicieron un poco densos de leer. Los datos, líneas genealógicas y demás, se pueden llegar a hacer cuesta arriba si no es precisamente lo que andas buscando.

  • Lo mejor: Ofrece una perspectiva de la historia que nunca estudiamos. Es una muy buena fuente de referencia si estás escribiendo algo que se remonte o se base en estos momentos e incluye una completa biografía para ampliar información. Lo estupendo de este tipo de ensayos es que puedes tomar de ellos solo lo que te interesa y volver cuando necesites más información.

Sangre Rebelde

El mes de abril, estuve muy ocupada. La vida a veces nos pone muchas barreras y, aunque sean pequeñas, acabas cansado de tanto saltito. Mi tiempo estuvo ocupado por muchas lecturas (porque yo leer, leía) que poco tenían que ver con novelas o literatura en general. Sin embargo, tuve el honor de  ser unas de las pocas lectoras de Sangre Rebelde y esta novela fue un auténtica vía de escape mí.

Soy consciente de que es un poco injusto hablaros de un libro al que muchos no podéis acceder (por el momento), pero quiero hacerlo porque es la mejor carta de presentación que podría tener para mi amiga y colega Rebeca.


Sangre Rebelde es la historia de una joven, con una vida tan sencilla como la tuya, muy consciente de la historia que corre por sus venas. Tras las recientes pérdidas de su padre y de su abuelo, comienza a investigar en el pasado de su familia para descubrir sobre esas personas tan importantes lo que ellos nunca tuvieron oportunidad de contarle. Dos vidas de lucha, y ante todo superación, que están  ligadas a la historia de nuestro país y sus dos Españas.



Rebeca, fiel a su estilo poético, narra de forma autobiográfica esta historia acompañada de tintes de ficción que darán como resultado una novela muy diferente y, en cierto sentido, compleja de etiquetar. Aventuras, peligro y amor a raudales serán sus protagonistas, pero la mejor manera de describir sus páginas es decir que están llenas de sentimiento. Sin entrar en comparaciones que no vienen al caso, tengo que reconocer que su estilo me recordó al aire romántico (no amoroso, sino ese decimonónico) en el que la descripción de los sentimientos siempre iba unida al cambio en la ambientación que rodea al protagonista.  Al igual que el declive de Werther se acompaña de lúgubres escenarios, la llegada del invierno y la visita hacia ciudades ruinosas, Rebeca tiñe su alma con las gotas de lluvia que en ocasiones se entremezclan con sus propias lágrimas. Incluso el estilo epistolar que aparece en ocasiones, salpica las páginas del mismo aire romántico del siglo XIX.

Para quienes conozcan las letras de esta autora, sabrán que su estilo es algo muy personal (ese tipo de narración que te hace saber que cada palabra ha salido de muy adentro), íntimo y elegante. Hasta las escenas más desgarradoras tendrán un tinte almibarado por el ritmo y la cadencia con las que Rebeca jugará a lo largo de la historia.

Esta es su primera novela (que yo sepa, claro) y como tal aún tiene mucho en lo que trabajar para pulir su escritura, pero desde luego es un primer contacto más que prometedor y no me gustaría que los lectores de este blog perdiesen la oportunidad de seguir su trayectoria. Entre sus últimos trabajos se encuentra la participación en la Antología La Llave, unas frases en la saga Oblivion de Francesc Miralles, un relato en El libro de las Posibilidades de Albert Liebermann y palabras en la cubierta de Orquídea Blanca y opinión sobre  El secreto de Picaso en el blog de la novela.

En su blog literario podrás conocerla y enterarte de todo Mi sangre derramada, pero es en su blog de relatos, Deshojando mis octubres, en el que podrás degustar sus letras y comprobar por ti mismo que todo lo que he dicho sobre esta novela es aplicable al inigualable estilo de esta cántabra llena de sueños manchados de tinta.