Deus ex machina 2.0

Cansada de reptar entre las ruinas en las que se ha visto reducida mi vida últimamente (viva el dramatismo) encontré uno de los bienes más preciados. Se llamaba tiempo y decidió concederme el deseo de poder disfrutar con calma algo codiciado. ¿Sabéis que codiciaba yo? Un puñadito de libros. Y como nunca me gustó seguir el orden establecido, ni siquiera por mí misma (viva la incongruencia), me salté el orden de pendientes y empecé por el que realmente deseaba probar. Por eso abrí el Kindle, dispuesta a embarcarme en una nueva aventura que prometía ser inolvidable incluso tras años de haber llegado a puerto. ¿Queréis saber lo que encontré allí?




Autora: Mara Oliver
Precio papel: 11,86
Precio ebook: 1,23






Os necesito activos y despiertos, necesito que prestéis toda vuestra atención a mis palabras sino queréis salir  mal parados de aquí. Voy a llevaros al futuro para devolveros a un pasado que a nosotros aún nos queda muy lejos. Los que estéis preparados, dad un paso al frente.

¿Veis ese enorme edificio, ese que tiene un sauce blanco, que parece una cárcel de alta seguridad? Se trata de Salix Alba y tan solo es un colegio, un colegio de alta seguridad, eso sí. ¿Veis a ese chico de melena, ágiles andares y cuerpo diseñado para pecar repetidas veces en una sola tarde? Su nombre es Manu y sí, el pobre está obligado a recluirse en este lugar. Por suerte para él, no desconoce del todo el terreno. Su mejor amigo, Alexander, lleva un tiempecito aquí y no parece que las cosas sean tan malas. Hay un sistema de "economía de fichas" muy estricto, pero si haces las cosas bien puedes disfrutar de una vida más o menos normal, asistir a fiestas y tontear con las muchachas qué te apetezca.

Espera, ¿quién es esa chica de pelo oscuro y rizado? Su nombre es Ana María y para nosotros, a partir de ahora, la que lleva la batuta en esta historia.

Esta novela juvenil con estilo de ciencia ficción, está narrada en primera persona por Anam. Es una primera persona un tanto compleja, puesto que ella no es la única Ana María que se encuentra por los alrededores. Tras un extraño suceso en Salix Alba, de proporciones indescriptibles a priori, Ana María decide recurrir a los avances científicos para convertirse en alguien capaz de minimizar las pérdidas. Alguien con la fuerza suficiente como para salvar lo que ella más amaba de las garras del destino, pero sobre todo alguien capaz de llevar a cabo una importante misión. 

Con cuidado, tras su viaje en el tiempo, la nueva Ana María se deshace de la vieja extendiendo ante ella un puente plateado hacia sus sueños, mientras usurpa su lugar e intenta salvar las vidas de aquellos que le importan. El problema es que alterar el pasado siempre tiene sus consecuencias y tendrá que ser más delicada que el aleteo de una mariposa.

Mara Oliver nos introduce en la historia con tanta delicadeza como Ana María lo hace en Salix Alba. Nos va presentando a los personajes a través de los sabios ojos de la protagonista, una kairós (mezcla de máquina y humanidad) y a través de los recuerdos de la primera e inocente Ana María. La autora sabe cómo manejarse entre estos dos estadios temporales para perfilar a unos personajes a los que tendrás la sensación de conocer como a tus mejores amigos. Estos tienen personalidades muy marcadas, con las limitaciones que esto implica, pero no les vamos a conocer a todos por igual. Manu y Alexander se dibujan perfectamente entrelazados con la línea temporal que les corresponde. Mientras Alexander se comporta como ese tipo de agua brava a la que se le puede ver venir, Manu juega a la confusión y al engaño con los ojos del lector para abrirse como una flor en primavera ante nuestros ansiosos ojos.

Para mí, Manu es un paralelismo de la historia en sí. Pues mientras vamos sumando incongruencias sobre el personaje vamos avanzando en la novela y cuando empezamos a unir piezas de la maquinaria y empezamos a comprender, Manu se entrega al lector. 

Sé que me estoy extendiendo mucho con este comentario, pero os dije que debíais acompañarme con toda vuestra atención para no perder el rumbo. Creedme, puede resultar peligroso perderse por estos pasillos. Y me gustaría deciros porqué, me gustaría hablaros de Alba, de la directora estirada y del profesor morsa, de los avances tecnológicos y los viajes en el tiempo. De la fiesta de Halloween, de Ringo Star y del sabor de los besos bien narrados. O de ese final que nos ha dejado a todos con los ojos como platos. Pero no puedo hacerlo sin desvelaros el ingrediente secreto de este suculento pastel.

Os invito a descubrirlo por vosotros mismos. A devorarlo con las mismas ansias con las que yo lo he devorado. ¿Queréis que os diga algo negativo? No soporto que no podáis encontrarlo en cualquier librería compitiendo por ser leído como cualquier otra aventura juvenil de las buenas, de las que disfrutar y recordar.


A tener en cuenta:
  • Puedes leer el primer capítulo aquí.
  • De momento es un libro único.
  • Querrás leer mucho más de Mara, y puedes enterarte de cómo en su blog personal.




El otoño más invernal de mi vida




Tengo frío.
Hace frío.
No tengo calefacción.
Tengo frío.
Llevo ropa térmica en casa.
Aún así tengo frío.
Y aún estamos empezando noviembre.



La idea de que todo tiene un principio y un final siempre me ha incomodado, pero ahora me siento bastante reconfortada con ella. Eso sí, nunca volveré a ser la misma. Nunca volveré a pensar que el jardín es más verde en casa del vecino. Nunca volveré a quejarme por las estupideces acostumbradas. Nunca volveré a indignarme cuando (¡Ja!), sé que no tengo buenas razones para ello. Nunca volveré a despreciar mis horas o las sonrisas que hacen de mi vida una vida digna de vivir. Nunca más olvidaré mi pequeña libreta en casa, tiene demasiados secretos escritos en aquellas tierras donde el tiempo empieza y termina cuando lo deciden sus habitantes.