Al ritmo del sol



Tengo ganas de gritar, saltar y proclamar mi felicidad. La inspiración ha vuelto, sí, sí... Cuando estaba apunto de cortarme los rizos y quemarlos como sacrificio para aclamar a las musas, llegaron sin previo aviso. Una lástima que no tuviese ordenador útil durante esos días, pero he trabajado mucho para plasmar todas aquellas ideas lo más rápido posible. Ahora que están tomando forma mientras mis dedos aprietan las teclas apropiadas, me siento como nueva; mejor dicho como la vieja yo. 

Hoy, que es un día especial, quiero contaros que Entre cuentos de hadas está siendo revisada por una editorial (cruzad los dedos porfi), que Sin licencia ha avanzado hasta su capítulo 20 y que, por fin, me he deshecho de las telas de araña que cubrían La Orquídea Blanca para revisarla como se merece. Hoy me siento más madura que la vieja yo, me siento más capaz y mejor escritora, y espero que los sutiles pero apreciados cambios sean tan solo para bien. He decidido no tocar la segunda parte hasta sentirme cómoda con mi pequeña Orquídea, solo puedo desear que esta buena racha siga adelante. 

¿Sabéis lo que tener la NECESIDAD de escribir? (seguro que sí) Pues eso mismo es lo que estoy viviendo.


Gracias por vuestro apoyo en todo momento. Pronto os traeré nuevas herramientas y dos tutoriales que me he sacado de la manga, tal vez os sean de alguna utilidad. Me despido con la BSO de 60 Segundos como música ambiental.